viernes, 28 de mayo de 2010

de madrugada

me aburrí, me aburrí de esos ojos que me señalan.

hoy quiero ser, y queremos serlo.

nuestras esencias son las que nos envuelven en la sensación del éxtasis total, mueven nuestras almas y me lleno.
se llenan.

Salir a la calle con la frente en alto. Sí, ya no me intimida ni el sol.
Hoy pienso en mí, en nosotros pensamos cuando abrimos los ojos y todos los mediocres que se quedan con nuestros conformismos no van a querer verse ser cuando nosotras salgamos a dar batalla solas por nuestra cuenta.

Somos y felices cantan nuestras risas a la madrugada cuando ya nada queda por perder, cuando ya nada nos puede lastimar más de los parches que a veces se descosen del alma.

Que no nos vamos a dejar tirar atrás, que hoy ni la lluvia, ni el frío nos puede detener.

Salimos a poner las caras frente al aire y que nadie venga a cambiar nuestros ojos, porque lo que late es nuestra verdad.
porque de lo único que queremos tener siempre presente es el color de nuestros ojos.

meditación

Frío, mucho frío y entre las sábanas que lindo que se siente dormir y descansar el cuerpo. De repente, una musica de despertador me canta que me tengo que levantar que hay que sentarse a estudiar, porque "el día sino no rinde, y vos tenés que rendir".

Abro mis ojos y oscuro. todo oscuro, miro a mis costados, gente durmiendo.. ¿ Por qué no me puedo quedar?, arriba y uno y dos y tres.

La ducha empieza a sonar es hora de desapabilarse. El agua tibia me despierta los sentidos y el día empieza así.
Después de amanecer busco entre mis cosas guardadas en cajas un par de sahumerios como para aclimatar el ambiente y de repente, su olor me lleva a otro lugar.
Serán dos veranos atrás mientras caminábamos por las playas con uno de ellos encendidos, qué lindos recuerdos.
Y ahora me pregunto, yo ¿qué hago acá?. ¿estoy porque es mi sueño o porque las energías de alguien más me llama a sentarme acá, a encontrarme acá con ella?
Mientras los mates se me enfrían miro por la ventana, se escucha que el viento resuena en las ventanas, ¡qué fresquito que debe estar afuera!

Es hora de sentarse a estudiar. Otro día más para rendir. pero feliz de que sea viernes. El sábado va a ser mejor. un poco de mudanza, renovar aires, renovar lugares.
Un leve aire se cuela por un rinconcito, me hace temblar el cuerpo y ahora sí, a vivir el día me voy.