martes, 26 de abril de 2011

Para no darse

Su tiempo no pintaba mis horas y mirarnos de reojo me hacía sentir bien.
Sentir que su mirada me cruzaba por la espalda y me llegaba al pecho me hacía palpitar de manera irregular e inexacta.

Era para no darse.
Las escenas no vivían bajo el mismo contexto.
Esto no podía ser.

¿No podía ser?
Recién aparecía de a poco en la vida del otro como para tomarnos de a poco..
¿Sería uno entre tantos o sería sólo él en uno?

Mi brazo buscó encontrarlo, mi pecho apoyarse en su espalda, respirar por su hombro y abrazar su abdomen.

Yo quería, yo me encaprichaba en busca de su mirada, quería que sea algo más que un rato.
No quería esperar, pero no tenía más opción.

Corriera para donde quisiera, tal vez lo encontraría a lo lejos, tal vez no lo cruzaría.

Ahora, ¿voy o me quedo esperando por si por casualidad se le cruza venir por mi?