martes, 4 de septiembre de 2012

Venía caminando de madrugada por el medio de la calle sintiendo como el cielo me daba su oscuridad justa para disfrutarlo con las luces de la ciudad,y mientras tanto el aire fresco de principio de cambio de estación iba haciéndome imaginar estar pisando otras calles. Paraba en distintas esquinas para sacar fotos y guardarlas en mi retina y así soñar con nuevas sorpresas en cada caminar. ¿Dónde me encontraría semanas después? Sólo sabía que ese momento era único y que se terminaba al llegar a casa,entrar y encontrarme con las cosas acomodadas en su lugar ansiosas de verme llegar. Las mismas paredes que me piden color, el mismo desorden que no me deja ordenarlo. Esta vez entré, las miré, las salude y dije, hoy, ahora, soy, por favor, para sus inquietudes dentro de un rato cuando salga de mi plenitud. Y fui por un par de ratos más.