lunes, 22 de septiembre de 2014

Mi luciérnaga se había quedado plasmada mirando la luz del mundo raro de alrededor. pensando, colgando, delirando.
Ahí estuvo por tanto tiempo y se perdió en su atemporalidad, se alejo de lo que era.. creía que era crecer.
Se olvido sin querer lo que era, lo que sentía, la libertad y la calma de vivir en una zona donde los soles siempre daban su ternura calida naranja.


Pero.. tal vez, lo que siento es que se acaba de despavilar.