jueves, 1 de noviembre de 2012

Volver a su eje era encontrarse y encontrarse requería estar ella con ella. Preparó su equipaje y se fue al sol. No quería ya compañías, de a poco el desapego de las cosas que la habían hecho variar iba a hacerla feliz.Ella así lo sabía, así lo creía, le faltaba el empujón del aire fresco que se venía asomando por la ventana detrás de su almohada una noche de fiebre e insomnio. Iba a poder, siempre quiso volver a su eje, no había nada que la detenga, ya no había ni una misera cadena en su ser que la retenga. Iba a volar, iba a desaparecer y a volver a nacer.