martes, 13 de marzo de 2012

tormenta desvelada

No podía ser de otra manera, afuera había una tormenta que iluminaba mis pensamientos cada dos por tres, adentro silencio total, hora de dormir para algunos, yo, en cambio, desvelada.
Las horas pasaban rápidas como si estuvieran apurándome a otro día, yo no tenía más ganas que mirar por la ventana que me daba una vasta mirada de un horizonte lleno de edificios sudados con tanta lluvia.
De repente, se me ocurre ponerme a escuchar un poco de música, pero esta vez, como hace un tiempo ya, preferí que alguna radio me sorprendiera y me diera para pensar.
Si, esas cosas pasan, prendí la radio y justo empezó una canción que no tenía que empezar, no ahora, no en estos tiempos. Entonces, la imagen era perfecta para un cortometraje pero no para estar siendo parte de ella. Yo toda acurrucada, tapada, mirando la ciudad, dentro de mi cabeza miles de pensamientos que corrían carreras para ver cual me desesperaba primero, ninguno lo logró. Va, lograron llegar hasta que lloviera un poquito adentro, pero era una llovizna que molestaba nomas porque no sabía bien para donde arrancar.
Acto seguido, me tuve que incorporar en la cama, ya había cambiado de canción pero iba de mal a peor, encima, no hay cosa más fuerte que la letra de una canción de amor bien escuchada una noche de lluvia, si, asesina.
En fin,trate de separarme de la música de la radio, me entregue al silencio.Tuve varios paseos por el departamento antes de acordar con mi cabeza en dejar de pensar y tratar de conciliar el sueño, ya era casi de mañana y quería aunque sea dormir un poco.
Volví al colchón marchito que tantos discursos fallidos escuchó, me acomode y volví a la postura anterior, ojos a la ventana, lluvia afuera, los edificios.
El cielo iba cambiando sus costumbres y yo, iba cambiando con el.