viernes, 6 de julio de 2012

Y entre las sirenas de la ciudad y su gente con gritos disconformes me enteré qué tan caótico está el mundo. Me aislé. Caminando en música que regalaba paz me dediqué a perderme del ruido que osaba de ensordecerme los sentidos. Y así seguí un par de cuadras más. Alejandome de lo que me hacía mal,encaminándome fuera de lo que era la ciudad.