sábado, 16 de marzo de 2013

Y entre tanto rencor en mi desvelo te encuentro sonriéndome desde el otro lado del espejo.
 No sonrías que aún necesito tiempo de desapego.
 No aparezcas más de cerca porque si apareces yo tiemblo.
Noches enteras soñando con el pasar de los días, entreviendo cambios y solturas que llegan con la noche al sol.
Siento el vacio recorriendo mi cuerpo cuando despierto, de eso esta hablando mis sueños desde el último adiós.
Si habrá tenido que ser de otra manera no creo que haya tenido que empezar asi.
La ilusión y la copa rota duermen tendidas en la alfombra mientras yo doy vueltas en un curadrado buscando la curva.
Y tu voz que desaparece en lo lejos y  mi voz gritándote que te vayas.
Fue entonces tan simbólico, porque todavia me duele acá cerquita del alma.