Hablar, es todo un tema cuando pasan los 1000 km y una intenta entender cosas por teléfono.
Es muy dificil poder charlar y dar a conocer lo que se siente por el solo hecho de que no ve mis ojos.
Ojos que hablan por sí solos y más cuando sienten desde el alma, ya sea felicidad, tristeza, sólo gritan lo que quieren que sea para escuchar.
Escuchar, a veces es tan dificil escuchar.
Se complica cuando las ideas son totalmente diferentes o las realidades se ven con otro color, intento que entiendas, quiero yo entender.
¿Entender? ¿cómo entender? si después las cosas cambian de forma y se tornan indecifrables otra vez.
Otra vez la misma historia que me hace correr un frío por la espalda, que me eriza la piel, que me toca mi parte más débil. Y sentir.
Sentir que no se hace nada, sentir que no hay nada para hacer mientras veo mil respuestas escritas en una hoja rayada de papel. Y mientras la miro y te escucho se vacían.
Se vacían porque sin su voz muchas cosas se vacían. Queda esperar.
Esperar que el tiempo traiga un buen aire para tomar envión. Esperar..
