martes, 25 de junio de 2013

Hubiera deseado nunca volver a verlo.. pero ahí estaba tan lejos como hacía tiempo, del otro lado de la ventana.
Su capucha me hacía recordar viejos tiempos, donde las calles sucumbían en silencio y nosotros alborotabamos la risa.
Los segundos eternos me hacían cosquillas en la panza y yo temblaba de nervios.
Dudé en hacerle saber que lo veian mis ojos, desistí.
Su risa parecía escucharse al lado mío, me sonreía también.
Se dió la vuelta y saludé su espalda..
creo que hasta llevaba los mismos pantalones marrones a los cuales la primera noche salude conociendolo.
Y ahí se quedaron mis hombros quietos, mis ojos se quedaron fijos en la luz que los colores mareaban y mi alma sentí sentarse en el piso.
Silencio alrededor acompañada de voces. El tiempo se quedaba mudo al fin.
No habia muerto del todo en mi.. todavía no se desvanecía.