Mi luciérnaga se había quedado plasmada mirando la luz del mundo raro de alrededor. pensando, colgando, delirando.
Ahí estuvo por tanto tiempo y se perdió en su atemporalidad, se alejo de lo que era.. creía que era crecer.
Se olvido sin querer lo que era, lo que sentía, la libertad y la calma de vivir en una zona donde los soles siempre daban su ternura calida naranja.
Pero.. tal vez, lo que siento es que se acaba de despavilar.
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